¿No se le cae la cara de vergüenza al concejal de Servicios Operativos, Tomás Márquez, al toparse cada día con esta acumulación de basura a pocos metros de la tienda que posee en el centro de Arroyo de la Miel? ¿Tanto le cuesta avisar a su compañera, la edil de Limpieza, Inmaculada Hernández? Todos conocemos ya la dejadez y absoluto pasotismo que caracteriza la labor de Márquez, pero con una simple llamada de teléfono podría acabar con esta fea estampa en pleno centro.
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